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Frances Ha 

Pocos personajes tienen la capacidad para conquistar al espectador hasta tal punto de sentir que conectan con una parte de nosotros desde siempre. Éste es el caso de Frances Ha, protagonista entrañable encarnada por una fantástica Greta Gerwig en el último filme de Noah Baumach. Baumach, uno de los promotores de la corriente mumblecore, logra en ‘Frances Ha’ una redonda historia generacional coestrita junto a Gerwig, al mismo tiempo pareja del director y reina de este género proindie y de cierto carácter espontáneo prestado de la Nouvelle Vague.

El filme se muestra como una coreografía cuyo escenario nos sitúa en un Nueva York en blanco y negro en el que Frances, una eterna aspirante a bailarina de 27 años, tropieza continuamente sobre los pasos que intenta dar para saltar definitivamente hacia la madurez. Esa necesidad surge en el momento en el que Sophie (Mickey Sumner), su mejor amiga y compañera de piso, decide abandonar a Frances para irse a vivir con su novio.

A partir de ese momento, la protagonista sufre una profunda fractura en la que la soledad se convierte en su infatigable compañera de viaje. Baumach muestra de forma muy lúcida esta sensación de vacío existencial pues aunque por la vida de Frances entran constantemente otras personas a raíz de la marcha de Sophie ninguna logra rellenar el hueco dejado por su amiga. El otro gran mérito del director reside en transmitir esta sensación disfrazándola de comicidad, pues las situaciones que se le presentan a la protagonista y su forma de actuar ante ellas, - rozando el patetismo -, son capaces de arrancarnos más de una sonrisa.

'Frances Ha' se concibe pues como una comedia agridulce acerca del proceso de maduración en todos los niveles posibles – laboral, emocional, social - poniendo especial énfasis en el papel que juega la amistad, que se erige en el filme como el amor más perdurable, al menos, en la existencia de su protagonista. A ritmo de David Bowie y otros hitos ochenteros nos dejamos llevar por una Frances que, sin perder el sentido del humor, trata de sobrevivir en un Nueva York con más sombras que luces e intenta buscar la dirección correcta para empezar a vivir su propia vida y no a través de los demás.