'Mirror, Mirror': Blancanieves espabila, la Reina Malvada conquista
Si me aceptáis un consejo, así, nada más empezar, diría: no veáis el tráiler. ‘Mirror, mirror’ es una película para toda la familia, sí, pero también un espectáculo visual cautivador y un entretenimiento muy digno con golpes de humor ‘adulto’.
El título da una pista sobre quién es la que ‘parte el bacalao’ en el film de Tarsem Singh (que ya había demostrado su amor por el barroquismo visual y los cromas en ‘Inmortals’ y ‘La celda’): la reina mala. Julia Roberts olvida que alguna vez fue la princesa, la novia de América, la Cenicienta moderna, para convertirse en una madrastrona que, no nos engañemos, en realidad es la más guapa del reino. Su personaje es la mujer madura que no teme a nada salvo a las arrugas, que se apunta a tener un marido ‘boy toy’ como la que más y que, en algún momento del film, encarna (con mucha gracia, eso sí) a la Merkel de turno: estruja al populacho y mientras véndele metáforas para que se siga dejando.