Estreno

Llévame a la luna 

Si hay algo que reconocer al cine francés es la naturalidad para contar historias, la capacidad de los personajes para generar empatía con el espectador y la facilidad para arrancar siempre una sonrisa. La comedia francesa siempre ha funcionado bien, pero de un tiempo a esta parte asistimos a un goteo constante de títulos trufados de vis cómica con cierto trasfondo dramático cuyo engranaje resulta perfecto. Así ha sucedido con títulos recientes como el éxito planetario de ‘Intocable’ o ‘La Delicadeza’, la primera basada en hechos reales y la segunda, una adaptación de la novela homónima de David Foenkinos.

 

Cine y Arte

Carteles de cine por una buena causa

Nueva York forma parte del imaginario colectivo gracias a una amplia filmografía. Todos hemos oído conversaciones esnob en la cola de un cine o en algún museo de la ciudad, hemos temido encontrarnos con monstruos y fantasmas cobijados en las entrañas de la metrópoli, nos hemos visto tentados (o no) por el submundo al amparo de la oscuridad de sus callejones y sus irresistibles luces y hemos deseado convertirnos en héroes anónimos o ser salvados en algún momento. Nueva York nunca duerme, siempre se reinventa y siempre formará parte de nuestras retinas, aunque sea a través de una pantalla y de las historias de reconocibles autores y personajes de ficción.

From Script

El Erizo, 2009. Mona Achache 

News

Stoker 

Muchos son los directores extranjeros que se lanzan a la aventura americana de rodar su primera película íntegramente en inglés, pero sólo unos pocos consiguen el resultado deseado.  Éste es el caso del cineasta Park Chan-wook, aclamado director por Oldboy, que ha superado la prueba con su película Stoker, estrenada en el último Festival de Sundance. El director ha abandonado su Corea natal para rodearse de un sobresaliente reparto internacional encabezado por, una bienvenida, Nicole Kidman, Mathew Goode (Match Point) y por Mia Wasikowska (Alicia en el País de las Maravillas). 

Social Media

El entorno 2.0, un cerebro vivo y colectivo

Si alguien viniera a decirnos a estas alturas de la evolución que el ser humano no es un ser social, que no necesita estar en contacto con sus semejantes para vivir y sobrevivir,  la comunidad científica – y la no científica – se le echaría encima. Podríamos pensar, en cualquier caso,  que ese alguien autosuficiente es Dios pero, como no consta hecho empírico que haya demostrado la existencia de deidades, nos quedamos con la afirmación de que efectivamente somos animales sociales y dependemos unos de otros.

Las ventajas de ser un marginado

El debut en la dirección de Stephen Chbosky es un rara avis en estos tiempos de exhibicionismo emocional a golpe de tuit. Las ventajas de ser un marginado – basada en la novela homónima de 1999 del propio Chbosky -  reivindica un torbellino de sensaciones analógicas (canciones grabadas en cintas de casete, cartas escritas a mano, melodías imposibles de shazamar…) experimentado por un grupo de outsiders del sistema estudiantil a comienzos de los años 90. Los equívocos amorosos, las conflictivas relaciones familiares, las lecciones académicas y humanas de un profesor y, por encima de todo, la amistad, vertebran un relato simple, que no simplista.