Lecturas cinematográficas

Kike Maíllo:"Eva es un delirio, un milagro”

Con una “hija” en cartelera, Eva, el director novel Kike Maíllo se ha lanzado a por la pareja: El libro sobre su ópera prima. El acto de presentación tuvo lugar ayer en Madrid, en la cinematográfica librería 8 y medio, y estuvo apadrinado por los periodistas María Guerra y David Martos, del programa La Script de la Cadena Ser, y por el robótico gato del filme. Entre risas, el director aseguró “he venido a hablar de mi libro”, aunque el encuentro sirvió para profundizar un poco más en la película y sus secretos.
 

El ejemplar de Eva es una recopilación de todas las vivencias y el trabajo que ayudaron a forjar una (arriesgada) idea que ha logrado plasmarse sobre el celuloide y que sienta un importante precedente en la ciencia ficción española. “Detrás de una película existen tres o cuatro años de alguien pensando. Creo que el trabajo es lo fundamental para conseguir lo que quieres”, sentenciaba el director con once años de experiencia en la ESCAC. 

Tanto esfuerzo parece que ha dado sus resultados, en palabras del cineasta: “Eva es un delirio, un milagro, una lucha contra la idea de que aquí no podemos”. Maíllo hacía referencia a la afirmación “esta película no parece española” que ha realizado prensa especializada y público sobre el filme y afirmó que se enfrentaba con tristeza a tal aseveración. “Técnicamente no somos retrasados” aseguró, si bien, Maíllo entonó el mea culpa sobre esta visión de nuestra cinematografía “en España no sabemos comunicarnos ni expresarnos”. 

No parece ser el caso de Eva puesto que la película, que ya ha recibido importantes galardones, se afianza en la carrera por los Goya. Su hermano,  el libro, profundiza sobre la idea germinal del filme que, según declaró el director, se retrotrae a sus 13 años y con una película de culto, “hasta que no vi Blade Runner no entendía bien la ciencia ficción. No entendía que ésta pudiera trascender más allá del entretenimiento, que el cine en un contexto de efectos podía explicar cosas íntimas sobre el ser humano”. 

Pero al margen de vivencias de la infancia, lo que encontrará el lector/espectador en las páginas del libro, entre otras cosas, es una detallada descripción de la creación y búsqueda de los exóticos escenarios en Suiza y de la consecución de una estética “retrofuturista”. “Queríamos situar Eva en un año que está muy lejos y a la vez muy cerca, al fin y al cabo es una película nostálgica en el fondo y en la forma”. EL director también destacó las dificultades del rodaje, - “más lento” por las condiciones climáticas -, y partir de una hoja en blanco a la hora de crear un universo "más o menos coherente” que adquiere mayor dimensión con la sonorización, “una de las cosas más bonitas de crear una peli como ésta”. 

Maíllo no quiso cerrar la presentación sin alabar el trabajo técnico y artístico de la película “Somos unos tíos con suerte. Hemos hecho una cosa original que era muy difícil de conseguir. Me siento muy orgulloso”, aunque reconoció no sentirse capaz de rodar esta película ahora: “No soy el tío de hace cuatro años. Esta peli responde a una energía, a una pulsión, a una forma de pensar en un momento”. El director aclaró que ni él ni su equipo han descubierto la ciencia ficción española sino que han abierto “una rendija para que otro dé el salto definitivo a este género en nuestro país”.