Llévame a la luna
Si hay algo que reconocer al cine
francés es la naturalidad para contar historias, la capacidad de los personajes
para generar empatía con el espectador y la facilidad para arrancar siempre una
sonrisa. La comedia francesa siempre ha funcionado bien, pero de un tiempo a
esta parte asistimos a un goteo constante de títulos trufados de vis cómica con
cierto trasfondo dramático cuyo engranaje resulta perfecto. Así ha sucedido con
títulos recientes como el éxito planetario de ‘Intocable’ o ‘La Delicadeza’, la
primera basada en hechos reales y la segunda, una adaptación de la novela
homónima de David Foenkinos.